Fragmento de escultura, cabeza de felino, procedente de la necrópolis ibérica de La Guardia (Jaén). Fragmento escultórico en piedra caliza que representa la cabeza de un felino.
Los ojos son grandes y lanceolados, con acusados pliegues epicánticos. De la frente bajan dos incisiones que confluyen en vértice que marcan las arrugas. La cara está surcada por tres incisiones sinuosas a cada lado, que también confluyen en vértice. Sobre el labio superior y bajo los dobles orificios nasales, muy pequeños, se marcan tres líneas, que de nuevo confluyen en vértice hacia a bajo. La dentadura está en muy buen estado. Se han individualizado las muelas, estando los colmillos rotos. El cielo del paladar se ha representado atravesado por surcos yuxtapuestos. La nariz está indicada suavemente por finas aristas que van desde los ojos hasta el hocico.
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