martes, 1 de septiembre de 2015

Escudo de la orden de los Dominicos

La cúpula que corona el ábside es una cúpula de horno magistralmente conseguida mediante el procedimiento de hacer ochavada en su parte alta una zona de planta cuadrangular. Tiene el privilegio de ser mencionada, por su ejemplaridad, como el “ochavo de La Guardia” en el "Libro de las Traças" del hijo de Vandelvira, Alonso. 


Foto: RedJaen.com


Para conseguir el ochavamiento se han utilizado como recursos arquitectónicos dos grandes trompas aveneradas, en las que se hallan situados los escudos de los mecenas: D. Rodrigo de Mexía y Dª Mayor de Fonseca. Cada uno de los escudos está sostenido por dos ángeles tenantes, los de D. Rodrigo sin alas y los de Dª Mayor con alas. 

Sobre las trompas hay un entablamiento, que recorre el perímetro del templo, y con el que se da mayor esbeltez a toda la cubierta.

La cúpula queda dividida en casetones trapezoidales mediante nervios doblados. El resultado son 44 casetones.

La boca o tímpano, de la cúpula es un semicírculo pintado de tal manera que semeja un mármol rojizo veteado en blanco. 

Foto: RedJaen.com

En él se encuentra el escudo de la Orden de Santo Domingo escoltado por dos lebreles con sendas hachas ardiendo en la boca, haciendo clara referencia al sueño que tuvo la madre de este gran santo, Juana de Aza (1135-1205:

Soñó cuando estaba embarazada de Santo Domingo que tenía un lebrel en el vientre con una hacha ardiendo en la boca, con que encendía todo el mundo.



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