miércoles, 23 de septiembre de 2015

TORRE DEL HOMENAJE

La Torre del Homenaje, situada en el extremo Noroeste, de planta cuadrada y 35 metros de altura aproximadamente. 

Se divide en tres niveles. El inferior, macizo, se adapta a la fisonomía de la roca sobre la que se asienta.


Está construida en mampostería irregular de gran tamaño, enripiada, unida y rejuntada con mortero de cal. Las esquinas se refuerzan con grandes sillares dispuestos a soga y tizón. En la base de la torre, maciza, se utilizan mampuestos de gran tamaño, que dan gran solidez a la misma. En los cuerpos siguientes los mampuestos reducen su tamaño. El uso de estos tamaños de mampuestos se puede identificar con los niveles de habitación.




El uso de estos tamaños de mampuestos se puede identificar con los niveles de habitación. A nivel de terraza (recrecido posteriormente) se utilizan mampuestos de menor tamaño y sin enripiar. El segundo nivel, planta baja, se accede desde la plaza de armas a través de un pequeño vano formado por un arco de medio punto de piedra arenisca, mientras que en el grueso del muro se cubre con una bóveda de medio punto de ladrillo.

Interiormente encontramos una única estancia de planta octogonal cubierta con una bóveda gajada apuntada de piedra y mortero de cal. Este espacio tiene cinco vanos, de los cuales uno es el hueco de acceso a la torre antes mencionado, otro da acceso a la escalera interna para subir a niveles superiores, mientras que los otros tres eran aspilleras o saeteras, de las cuales, dos se transforman en época renacentista: uno en un gran ventanal, en cuyo dintel, se coloca el escudo de la familia Messía; el otro se transforma en un balcón mirador decorado con casetones realizados en yeso y voladizo construido en madera.






Este nivel se dividió en dos en la época renacentista abriéndose vanos para iluminación y acceso al nuevo nivel. Estas fábricas se enlucirán interiormente con mortero de yeso y se encalarán.





Al segundo piso se accede por medio de una escalera estrecha abierta en el muro Este. Se encuentra iluminada por varias aspilleras y cubierta con bóvedas de medio cañón. La estancia es de planta cuadrada se cubre con una bóveda de piedra nervada (ocho nervios), de los cuales, los de los extremos descansan sobre bovedillas diagonales góticas dispuestas en las esquinas. En estas se conservan dos pequeños escudos con las armas de los Messía.




Dicha estancia tiene cuatro aspilleras, dos de las cuales se transformaron en balcones miradores, mientras que la abierta en el muro Este se reforma en puerta de acceso para alcanzar el nivel de terraza de la estructura construida en época renacentista en la plaza de armas. Esta estancia también se divide en dos niveles en época renacentista por lo que se abrirán nuevos huecos para la iluminación de éste.








Tanto en los alzados Norte como Este se aprecian las modificaciones en los huecos propios de la evolución histórica.










 En el alzado Norte se pueden apreciar entre sus mampuestos el uso de Aras romanas, en las cuales se observa inscripciones epigráficas.
En el alzado Este aparece el escudo de armas de los Messía y una ménsula de piedra arenisca que soportaba el arranque del arco de la puerta que permitía el acceso a las estancias existentes entre las dos torres, hoy desaparecidas.


Al nivel de terraza se accede por una escalera abierta en el muro Este, la cual ha perdido las bóvedas que la cubrían. La terraza carece de la estructura que configuraba el antepecho y está desprovista como el resto del conjunto de pretiles merlones.

La terraza carece de la estructura que configuraba el antepecho y está desprovista como el resto del conjunto de pretiles merlones. Hemos de destacar, no obstante, la gran importancia arquitectónica de la Torre del Homenaje y en concreto el sistema de cubrición, que a nuestro modo de entender podría estar conectada con la torre de Begíjar, levantada a finales del siglo XIII o a principios del XIV; en ambas se aprecian permanencias constructivas de fuerte tradición musulmana.




En el sigo XV y a lo largo del XVI, superados los condicionamientos militares de la fortaleza, los señores de la villa enriquecieron y remodelaron la fortaleza para darle un aspecto más acorde con las nuevas necesidades de la nobleza, hecho que podemos constatar en la Torre del Homenaje y en la puerta principal de acceso al recinto.
Cronológicamente el recinto amurallado y el castillo, aunque con una base musulmana, responde a los siglos XII y XIV en sus partes fundamentales, si bien durante los siglos XV y XVI se producen ciertos añadidos que apuntan más a lo decorativo que a lo estructural.



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