lunes, 24 de agosto de 2015

X GEMINA

Estamos ante la estela funeraria de un veterano de las legiones romanas. Esta “veteranía” o jubilación se obtenía después de, al menos, 20 años de servicio y otorgaba a los emeriti plenos derechos como ciudadano romano; esto incluía tierras donde establecerse y el poder formar una familia.


Foto: mentesanova.

La legión X Gemina fue reclutada hacia el 70 a.C. y destinada a la Gallia Narbonensis. En la década de los 60 a.C. participó en la guerra contra la tribu gala de los alóbroges.
En el año 46 a.C., Julio César licenció a los veteranos de la legión, asentándolos en la Colonia Narbo Martia, la actual Narbona, pero la reorganización de los hijos de Pompeyo en Hispania hizo que la unidad fuese reactivada y sus veteranos pidieron voluntariamente la vuelta al servicio; así, se trasladó con César a la Península Ibérica, participando en la batalla de Munda en la que su actuación, a las órdenes personales de César, decidió la batalla.

Esta legión fue usada como caballería por Cesar, habiéndose llamado entonces X Equestris
Posteriormente, la X Gemina participó en las Guerras Cántabras (29-19 a.C.), durante el periodo Julio-Claudio (29 a.C-69-70 d.C). Tras la Guerras Cántabras, se pacifica la zona y de las siete legiones que inicialmente participan, solo quedan en Hispania dos, la VI Victrix y la X Gemina. Durante el Imperio de Claudio (41-54 d.C.) el campamento de la X Gemina se encontraba en Petavonium (Rosinos de Vidriales, Zamora). Finalmente, en el año 63 es trasladada a Carnutum (Danubio), para no volver a pisar suelo Hispano hasta su disolución definitiva en el s. V.


Pero antes de eso, tras la batalla de Munda, se había licenciado a buena parte de los soldados de esta legión, y si bien la mayoría de ellos se establecieron en las colonias Emerita Augusta (Mérida) y Caesar Augusta (Zaragoza), no  podemos descartar que uno o más viniesen a parar a Mentesa (la batalla de Munda tuvo lugar en la campiña cordobesa, lo cual nos daría una proximidad geográfica).

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A modo de curiosidad sobre la X Gemina, hay que decir que sus heroicas acciones al mando de Julio César en la guerra contra los galos –sus 4.800 legionarios vencieron a 368.000 helvecios cerca de Ginebra- y belgas, aguantando cerca del río Sambre el ataque de 60.000 guerreros Nérvios cuando la batalla parecía perdida, como en la posterior Guerra Civil, acabando ella sola con todo el ala izquierda pompeyana en Farsalia, hacen que muchos historiadores la consideren como una de las unidades de combate más famosas de toda la Historia.

Foto: mentesanova.

Por otro lado, la profusión de símbolos celtas nos puede delatar el origen de este soldado, que bien pudo alistarse durante la formación de la legión, en la década del 70-60 a.C., y licenciarse unos 20 años después, tras la batalla de Munda.
   

  

No sabemos si la media luna creciente era una condecoración o tenía el simbolismo que antes hemos estudiado (Ver: Mentesa, Historia de La Guardia de Jaén. Pags. 66-71) (también la media luna creciente con las puntas hacia arriba podría ser una alegoría de los cuernos de un toro, y el toro era el emblema de la X Gemina), pero unido a la presencia del Triskel celta, hace pensar en el origen, también celta, de este hombre (no podemos fiarnos del nombre, ya que era habitual que al obtener la ciudadanía, también se cambiase el nombre por uno más latino). Además era habitual que los romanos reclutasen soldados allá donde iban, bien para integrar sus legiones, o como tropas auxiliares, a los que se permitía, dentro de unos límites, seguir practicando sus ritos y creencias, así como la adoración de dioses nativos.

            En cuanto a las escuadras, son, como ya hemos dicho, las cerraduras del Más Allá, que muestran o delimitan el camino a seguir para  que el alma del difunto alcance la Paz Eterna.

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